out 0 894

Diferencias entre orgasmos clitorales y del punto G

Los orgasmos son una parte fundamental de la sexualidad humana, pero su comprensión puede ser sorprendentemente compleja, especialmente para las personas con vulvas. Si alguna vez te has preguntado sobre las diferencias entre los orgasmos clitorales y los del punto G, este artículo te proporcionará la información que necesitas para enriquecer tu experiencia sexual. Desde la anatomía hasta las técnicas, aquí te ofrecemos un recorrido completo sobre el tema.

¿Qué es un orgasmo?

Un orgasmo es una experiencia fisiológica que se manifiesta a través de una serie de contracciones musculares en la región pélvica, acompañadas de una liberación intensa de endorfinas y neurotransmisores que generan sensaciones de placer. Aunque la experiencia puede incluir la eyaculación, no siempre es el caso.

La naturaleza del orgasmo varía enormemente entre individuos; la intensidad, duración, y la conexión emocional son aspectos que pueden diferir considerablemente. En el caso de las personas con vagina, el orgasmo se describe como la liberación de los músculos que se activan durante la actividad sexual, creando una sensación de oleada de alivio que se siente en todo el cuerpo.

¿Cómo se siente un orgasmo?

Para muchos, un orgasmo es una liberación total que se experimenta a nivel corporal. Justo antes de alcanzar el clímax, puede parecer que estás en la cima de una colina, deseando desesperadamente llegar al otro lado. Cuando finalmente lo logras, la percepción del tiempo y el espacio puede desvanecerse, y la sensación de placer puede ser abrumadora.

Después de un orgasmo, la mayoría de las personas experimenta una sensación de relajación profunda y, en algunos casos, la idea de continuar puede resultar incómoda o incluso dolorosa. Esto se debe a la respuesta física del cuerpo, que está intrínsecamente relacionada con los cambios químicos que ocurren durante y después del clímax.

A continuación, algunas descripciones sobre cómo otras personas perciben sus orgasmos:

  • “Es como si me hicieran cosquillas mientras estoy a punto de orinar, y luego me siento feliz”.
  • “Es como el sabor de una pizza deliciosa”.
  • “Se siente como orinar por la mañana después de una buena noche de sueño”.
  • “Es como la ruptura de una presa que había estado a punto de reventar durante 20 minutos”.
  • “Una sensación abrumadora donde pierdes el control de tus músculos, pensamientos y sonidos”.
  • “Es como estornudar y sentir la caída de una montaña rusa”.

Tipos de orgasmos: clitorales y del punto G

Ahora, adentrémonos en las diferencias entre los orgasmos clitorales y los del punto G. Un orgasmo clitorial se produce a partir de la estimulación externa del clítoris, mientras que un orgasmo del punto G generalmente se asocia con la penetración vaginal.

Sorprendentemente, el clítoris es mucho más grande de lo que la mayoría de la gente imagina. De hecho, todos los penes comienzan como clítoris en etapas tempranas de desarrollo, lo que significa que hay múltiples zonas de placer más allá de esa pequeña parte visible. El clítoris tiene forma de V invertida y se extiende más allá de la abertura vaginal, lo que implica que la estimulación penetrativa también activa las estructuras clitorales.

El famoso punto G, a menudo considerado un área separada, en realidad forma parte del clítoris. Así es, el clítoris y el punto G son dos partes del mismo órgano, donde el punto G se sitúa en la parte posterior del clítoris. Este órgano tiene una cantidad impresionante de terminaciones nerviosas: alrededor de 8,000, superando significativamente a las de un pene, que tiene aproximadamente 4,000.

Por lo tanto, ambos tipos de orgasmos se consideran orgasmos clitorales, únicamente diferenciándose en qué parte del clítoris se estimula. A pesar de que ambos orgasmos provienen de la misma estructura, la sensación y la experiencia pueden ser completamente diferentes.

¿Cómo alcanzar un orgasmo?

Orgasmos clitorales

Los orgasmos clitorales son los más comunes entre las personas con vulvas, así que comencemos por ahí. Primero y ante todo, es importante recordar que el objetivo no es solo alcanzar el orgasmo, sino disfrutar del proceso y explorar lo que te hace sentir bien.

Localiza tu clítoris, que se encuentra justo debajo del monte de Venus, donde los labios vaginales comienzan a separarse. Puede estar cubierto por un pequeño capuchón, que puedes o no notar. La forma y el tamaño del clítoris pueden variar, pero la estimulación es clave.

Algunas técnicas para la estimulación clitorial incluyen:

  • Frotar suavemente la zona con dos dedos para evitar una estimulación directa que podría resultar incómoda.
  • Utilizar movimientos circulares, que suelen ser los más naturales y efectivos.
  • Experimentar con diferentes velocidades y presión, ajustándote a lo que te resulte más placentero.

Si la lubricación se convierte en un problema, puedes emplear la técnica de «mojar y frotar», que consiste en estimularte para que tu propia lubricación facilite la experiencia.

La clave está en la consistencia; mantén la estimulación durante el tiempo que desees y si necesitas un descanso, explora otras áreas para mantener el placer.

Orgasmos del punto G

Para los orgasmos del punto G, comienza asegurándote de vaciar tu vejiga. Esto facilitará la concentración en la sensación que estás a punto de explorar. Encuentra un lugar cómodo y asegúrate de estar en el estado de ánimo adecuado.

Tu punto G se encuentra a una o dos pulgadas dentro de la vagina, en la pared frontal. Para localizarlo, introduce tus dedos y curvá los hacia adelante, buscando una textura más áspera que el tejido vaginal normal. Mantén esa curvatura y utiliza un movimiento de “ven aquí” para estimular la zona.

Es normal que la sensación sea un poco distinta, incluso un poco incómoda, pero debería serlo de una manera placentera. Puedes usar juguetes sexuales diseñados específicamente para la estimulación del punto G, lo que puede intensificar la experiencia.

Recuerda, no hay prisa; tu cuerpo tomará el tiempo que necesite. Si tus dedos se cansan, hay una variedad de juguetes que pueden ofrecerte la estimulación que buscas.

Lo más importante es explorar y disfrutar del proceso. Independientemente de si prefieres los orgasmos clitorales o del punto G, la clave es conocerte a ti misma y saber qué es lo que realmente te hace sentir bien.